Greek Crisis

vendredi 25 novembre 2016

Viernes negro



Otoño, días aún cálidos que no durarán ya mucho. Ires y venires de caicos, pequeños puertos pesqueros entre dos parajes casi olvidados, y en Atenas, todo un universo ya distópico, amarrado como está a “su crisis”. Los que todavía pueden, nos suelen regalar lo sustancial de sus pequeñas capturas de pescado de la mañana, lo sustancial se debe a la solidaridad entre nosotros, finalmente, todavía existe. Desde los comienzos de “Greek Crisis” me hago la siguiente pregunta ¿hasta dónde llegará la deshumanización que nos acecha... hasta las expresiones más elementales del rostro, después de tantos años bajo el nuevo régimen forzado? Aporías de nuestra época.

Minúsculo puerto pesquero. Grecia, noviembre 2016

Los restaurantes están prácticamente vacíos y los turistas se han ido más hacia el norte, en latitud. Sólo los animales adéspotas reclaman, como nunca antes, que les den un puñado de restos, sin mucho éxito. Entonces acuden a los pescadores, al igual que lo hacen algunos humanos. Cuando ya queda poca cosa, todo el mundo echa el ojo hacia los recursos locales.

En las zonas turísticas al borde del mar se empieza a contar el tiempo. Esta contemporización, debida al invierno ante portas, se añade, en cantidad suficiente, a la que resulta del contexto ambiente. Es por ello que, a veces, encontramos tiempo para observar nuestras Acrópolis olvidadas, olvidadas porque son menos impresionantes que la ilustre Acrópolis de Atenas. Por cierto, no es tiempo lo que nos falta para observar esas construcciones recientes, urbanizaciones y casas abandonadas, sin venderse por motivos de cambio de contexto. Para los que todavía deben una hipoteca e, incluso cuando consiguen pagarla, cueste lo cueste, llega el momento que lo suyo... un sueño evaporado, como miles de otros... deseos similares, se “transfiere” a manos de fondos buitres (los mismos que controlan el conjunto de los bancos griegos desde su “venta” al 3% de su valor, otro de los “logros” que data de 2015, del Syrizismo realmente malvado).

El jueves 24 de noviembre, Tsakalotos, ministrillo de Finanzas y eminencia singularmente gris, someramente grecófono, acaba de anunciar “la evidente inutilidad de una Comisión de Investigación sobre las responsabilidades políticas y penales por la aplicación de los memorándum en Grecia” (estadísticas falseadas por la pandilla de Papandréu, actos de alta traición, no respeto de la Constitución), otra falsa promesa electoral hecha por Alexis Tsipras y no cumplida.

Atenas, la del tiempo presente, inmersa en su civilización política lívida y, en algunos descampados lejos de la capital, es suficiente caminar unos pasos para descubrir automóviles deportivos relativamente recientes, irreparables, en la presencia del eterno, así como televisores desmenuzados de todo su sentido, literal y figurado. Instantes furtivos de una civilización que no acaba nunca de acabar. “Afirmamos -y todos los días lo constatamos- que vivimos en un caos moral”, escribía ya en su tiempo (1979) nuestro poeta Odysséas Elýtis.

Los restaurantes prácticamente vacíos. Grecia, noviembre 2016

Nuestras Acrópolis olvidadas. Grecia, otoño 2016

Construcciones recientes, abandonadas. Grecia, otoño 2016

Automóvil deportivo, irreparable en la presencia del eterno. Grecia, noviembre 2016

Televisor... destripado. Grecia, noviembre 2016

En las zonas rurales, también se perciben los cambios en las actitudes. Allí donde algunos hechos y gestos se conocen nominalmente lo suficiente, en el bar del pueblo, los que, bajo los efectos del alcohol como, por ejemplo, Petros, todavía pueden expresarse con libertad sobre su situación económica real, más que envidiable: “¿Sabéis qué?, tengo para vivir... dos veces seguidas, tengo patrimonio y aunque mi jubilación ha pasado de 2.400€ a la mitad, no tengo de qué quejarme, a mí... la crisis, no me toca”. El ¡Yo y... el superyo!

Y en el bar, mientras unos ríen, muchos otros, por cierto, cada vez más, no entran al trapo de discutir sobre ese tema, y llevan razón. Los que consiguen salir adelante y los que definitivamente han salido de la regularidad que se le supone a una existencia económica razonablemente estable, encarnan dos universos que, en la Grecia de hoy, probablemente no vuelvan a cruzarse, salvo en la confrontación por no decir el odio. Entre estos dos universos se ha desarrollado toda una gama... de estrategias para tratar de evitarse unos a otros, y esto, incluso dentro de una misma familia. Frente a los 2.400€ de jubilación (por supuesto, dividido por dos), Mihális que no tiene ni jubilación, ni pensión, ni salario y se arregla con la venta de sus peces... por menos de 500€ al mes de media, no puede sino pegar un portazo en las narices del Petros. ¡Demasiado, es demasiado!

Esta reacción, pero ya a otro nivel, tiene lugar cada vez que las radios o las televisiones retransmiten las declaraciones de un tal Alexis Tsipras, con su tono de voz sobreestimado y una hipocresía desbordante que hace que sea insoportable, hasta el punto de llegar a ser repugnante. Los griegos apagan la televisión, cambian de estación de radio y/o profieren un rosario de insultos.

Nuestras Acrópolis olvidadas. Grecia, otoño 2016

Nuestras Acrópolis olvidadas. Grecia, otoño 2016

Bajo la lluvia. Atenas, otoño 2016

Bajo la lluvia, en Atenas, en este otoño de 2016, cada vez se ven más personas removiendo las basuras, a veces para encontrar restos que se pueden reciclar y otras veces, simplemente, para encontrar restos de comida. !Ya está bien!

Siguiendo en Atenas, en estos momentos, el “gobierno” busca sus argumentos hasta en las últimas basuras del marketing politiquero. La última moda consiste en nombrar en ciertos cargos a mujeres jóvenes, modernas, bellas y fotogénicas, como la nueva portavoz de Alexis Tsipras en Tesalónica, o la Ministra del Empleo (que pone fin a un siglo de acuerdos colectivos implantando a la vez los denominados despidos “automáticos”... previo contacto con la Troika). Señalemos que para... contactar con los miembros de la Troika ampliada, los “ministros griegos” deben acudir, ellos, al hotel Hilton (¡lugar favorito de residencia de los Troikanos y de sus caballos!); éstas son las formas que nos dan una idea real del régimen neocolonial que Grecia vive ahora, más en profundidad, comparando con lo que padecen los demás países de la funesta Unión Europea.

Katerína Thanopoúlu y su marido Panagiótis (fallecido en 2016). Atenas, manifestación en 2012

Sólo que a veces en política todavía ocurren hechos rarísimos. En la noche del 23 de noviembre, la prensa ateniense se hizo eco de la noticia de la destitución de mi amiga Katherina Thanapoúlou, del cargo de Vice-presidenta en la Región de Ática, fue anteriormente responsable de Asuntos Sociales (periódico To Pontíki 23/11). Elegida primero bajo la etiqueta electoral SYRIZA, en las elecciones regionales de 2014, abandonó el partido en 2015, ese partido de estafadores Radicales de la (supuesta) Izquierda, a raíz del Memorandopapismo de Alexis Tsipras y de la banda de eunucos de la dignidad y de la honestidad, para entrar en las filas, todo hay que decirlo sin mucho entusiasmo, del partido... inaudible y fracasado de Unidad Popular.

En una carta abierta, publicada el 22 de noviembre, Katherina Thanapoúlou, denuncia, en primer lugar, (mejor tarde que nunca) la incompatibilidad entre toda política realmente social y la losa del memorándum. Cuenta, en la carta, como su propio trabajo y actuación fueron saboteados por la Región, bajo los reinados de Rena Doúrou, y finalmente, estigmatiza al viejo nepotismo mafioso de los partidos griegos en el poder (entre ellos los del PASOK), recalentado y reciclado por los arribistas de SYRIZA, mencionando en concreto tres casos. Se trata de tres consejeros llamados “técnicos” de Rena Doúrou... bien pagados, las sumas del... botín van de quinientos mil a un millón de euros por cada cada uno de ellos. ¡SYRIZA, su “socialismo”... más la electricidad! (N. del T.: en referencia a la frase de Lenin “El socialismo son los soviets más la electricidad”)

Efi Achtsioglou. Nueva Ministra de Trabajo... hotel Hilton. Prensa griega, noviembre 2016

Efi Achtsioglou. Nueva Ministra de Trabajo. Prensa griega, noviembre 2016

Katerina Notoulou, en la Oficina de prensa de Alexis Tsipras en Tesalónica. Prensa griega, noviembre 2016

La tumba de nuestro... Aristófanes moderno. Atenas, noviembre 2016

Georges Sourís (fallecido en 1919) fue uno de los poetas satíricos más importantes del país, incluso se le denominó, el “Aristófanes moderno”. Escribía de una manera benevolente y amable, criticando al pueblo, a los dirigentes y reyes pero nunca injuriando. Con los tiempos que corren, le echamos en falta porque, sin ninguna duda, hubiera sabido encontrar las palabras para parafrasear nuestras lagunas y vacíos, abiertos de par en par.

Con un país así, deshecho, en ebullición controlada (¿pero hasta cuándo?), es en los cafés donde mandamos a paseo a los Tsiprosaurios (al igual que a los otros políticos) y, es en el campo de fútbol del barrio donde aplaudimos al equipo de fútbol local como se lo merece, a modo de pequeñas alegrías cotidianas, todavía creadoras, si aún fuera posible, de vínculo social y cultural.

En el campo de fútbol del barrio. Grecia, noviembre 2016

Tiempo de perros en Atenas, pero alrededor de la taberna de pescado en la costa, dónde ya no hay gran mundo al que servir, nuestros animales adéspotas rondan en círculos, y sólo en las pequeñas capillas, heredadas, a veces, del siglo XI, la claridad reina, por fin, en dueño absoluto, más allá, diría, de todo criterio de carácter propiamente religioso. Eso también es, “hablar en nombre de la luminosidad y de la transparencia”, a la manera del poeta Odisséas Elýtis o de Georges Seféris.

“Pronto llegará el día en el que todos estos politicuchos criminales, pagarán muy caro sus crímenes. Algunos ni siquiera entenderán lo que les va a caer sobre la cabeza...”, insiste Mihális, que no recibe ni jubilación, ni pensión, ni salario y se contenta de la venta de su pescado. ¿Presentimiento?

Tiempo de perros en Atenas. Noviembre 2016

Pequeña capilla, heredada del siglo XI. Grecia, noviembre 2016

Pequeña capilla, heredada del siglo XI. Grecia, noviembre 2016

Otoño, días aún cálidos que no durarán ya mucho. Ires y venires de caicos, pequeños puertos pesqueros entre dos parajes casi olvidados, y en Atenas, todo un universo ya distópico... que se resquebraja por todas partes. Las radios y las televisiones anuncian, todos los días, las nuevas medidas que ellos denominan de “austeridad”, cuando todo el mundo sabe que se trata de un genocidio disfrazado de meta-modernidad, humanamente insoportable, salvo, quizás, “de profundis”... y todavía.

Devant la taverne à poisson. Grèce, novembre 2016

En Atenas, se hace cola para acceder al transporte público... porque están huelga, lo insoportable se ha vuelto banal, en las calles y en las circunvalaciones. Y en Atenas, a veces, los viandantes se paran a fotografiar a los animales adéspotas, como se paran un rato ante los pórticos debajo de la Acrópolis, heredados, estos también, de un cierto pasado.

Bajo la Acrópolis, bajo todas las Acrópolis de Grecia como de otros lugares de nuestro tan vasto mundo, esperamos poder volver a hablar de nuevo “en nombre de la luminosidad y de la transparencia”. Preparémonos y actuemos.

Los habitantes... esperando el autobús. Atenas, noviembre 2016

Herencia de cierto pasado. Bajo la Acrópolis, Atenas, noviembre 2016

A veces se fotografía a los animales adéspotas. Atenas, noviembre 2016

Atenas, bajo la Acrópolis. Noviembre 2016

Viernes 25 de noviembre, nombrado oficialmente (es decir por los habituales vendedores del templo) “Black Friday”. En Grecia es el primer estreno... anglo-americano, se trata de obligar a vender en las tiendas... necrosis. Viernes, en realidad, negro, sobre todo porque la noche anterior, una mujer Kurda y su pequeño hijo han muerto en un incendio accidental en el campamento de refugiados en la isla de Lesbos. El alcalde de Mitilene (Galinos) se indigna (Radio 90,1, 25/11) sobre las condiciones y el número de refugiados. “¿Por qué nos dejan solos frente a más de seis mil inmigrantes y refugiados cuando nuestras estructuras están previstas par tres mil plazas de acogida? Y no podemos ampliarlas porque los de aquí, no lo aceptarían, habiendo recibido ya a miles de miles de personas, más de 900.000 mil personas han pasado por nuestra pequeña isla desde hace poco más de un año”. Nuestro simpático... alcalde hace como que se le olvida que el acuerdo no confesado entre Tsipras y sus dueños Euro-atlantistas, consiste en instaurar de facto una zona de derecho no-griego en esta parte del territorio que sigue siendo... soberanamente griego, y la marea de refugiados e inmigrantes, en parte provocada, no deja de ser sino una de las ‘armas’ utilizadas.

Sólo que, de vez en cuando, hay arenilla que bloquea la maquinaria. Según los medios de comunicación griegos (Radio 90.1 el 25/11), el Ministro de Asuntos Exteriores Kotzias, parece que habría amenazado con dimitir, en caso de que el gobierno Tripas apoye demasiado abiertamente la “solución”. El “nuevo” Estado no dispondría (entre otros eunuqueísmos) de ejército propio, sino de una especie de policía internacional para disciplinar a la población. Este proyecto constituye una violación mayor de todas las disposiciones de la Carta de Naciones Unidas, del derecho europeo, internacional y constitucional. Este monstruo jurídico encuentra su legitimidad primero en su propia lógica y esta lógica pretende resolver el conflicto entre la mayoría y la minoría en Chipre para transformar un Estado independiente, soberano y democrático, en una especie de protectorado posmoderno. Por eso, si aún es posible, por lo menos ser claro.

Aporías de tiempos de pesca de altura. Como diría nuestro poeta Elýtis: “Más aún cuando los tiempos son sombríos y conviene, por ello, tener de las cosas, la visión más amplia posible”.

Traducido por JM Alegria

Fotografiando a los animales adéspotas. Atenas, noviembre 2016




* Foto de portada: Pesca de altura. Grecia, noviembre 2016